Cuidado de la piel: Es el conjunto de hábitos, prácticas y productos destinados a mantener la piel limpia, hidratada y protegida frente a agentes externos como el sol, la contaminación o el polvo. Incluye la limpieza diaria, la hidratación, la protección solar, la exfoliación periódica y hábitos saludables como una buena alimentación y descanso. Su objetivo es preservar la salud, la elasticidad y la apariencia de la piel, así como prevenir problemas como resequedad, manchas, envejecimiento prematuro y daños cutáneos.
Limpieza:
Lava tu rostro dos veces al día con un limpiador suave y adecuado para tu tipo de piel.
Evita el agua caliente, ya que puede resecar la piel.
Si usas maquillaje, asegúrate de retirarlo completamente antes de dormir.
Protección Solar:
Usa protector solar con un SPF de 30 o más, incluso en días nublados.
Aplica el protector solar generosamente y reaplica cada dos horas, o con más frecuencia si nadas o sudas.
Considera usar ropa protectora, como sombreros y mangas largas.
Hidratación:
Aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel después de la limpieza y después de la exposición al sol.
Bebe suficiente agua para mantener tu piel hidratada desde adentro. .

